La mayoría de las fiestas que celebramos tienen un origen, bien pagano, bien cristiano. El caso de la noche de los muertos es paradigmático. Te explicamos en qué consiste.
Las características de la noche de los muertos
Lo primero que hay que decir es que esta fiesta tiene varias denominaciones según el lugar. Ahora bien, sí que es un ejemplo de cómo la Globalización ha hecho su efecto. Hasta hace pocas décadas, era una festividad local que se celebraba en los Estados Unidos y algunos países de origen celta. Y, por supuesto, estaba liberada de la actual parafernalia que observamos. Vamos a ver cómo nació y sus distintas formulaciones.
El origen pagano de la celebración
La denominada noche de muertos es, en esencia, una festividad de origen celta que estaba relacionada con el fin del verano y el inicio del invierno. El denominado Samaín era el día en el que los portales entre los vivos y los muertos se abrían y era más fácil contactar con las almas de los difuntos. Esta fiesta se realizaba la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre. Hay que decir que los encargados de realizar el contacto entre los dos planos eran los druidas.
Cuando hablamos de Halloween, no estaría de más recordar que es una fiesta de origen irlandés. Y la mayoría de estas fiestas son de origen celta. Por este motivo, cuando en algunas zonas del norte de España como Galicia se celebra el Samaín nos encontramos con una celebración muy, pero que muy parecida a la de los Estados Unidos. La influencia de Halloween ha cristalizado en otras zonas de América, fundiéndose con las tradiciones precolombinas, como sucede en México.
La asimilación de la festividad por el cristianismo
¿Qué hizo el cristianismo con esta celebración? Pues, como con tantas otras, readaptarla y «civilizarla». Esta es la razón por la que se potencia el día posterior, el 1 de noviembre, como fecha de visita a los cementerios. El Papa encargado de cambiar la fecha y adaptarla a la tradición celta fue Gregorio VII en 741. Eso sí, técnicamente la fecha de los Fieles Difuntos es el 2 de noviembre y hay zonas de España como Canarias donde la noche del 1 al 2 se hacen reuniones en las casas para recordar a los fallecidos.
La fiesta hoy
Hoy en día, la noche de los muertos es una fiesta y, como tal, suele tener un toque desenfadado. Según el país, las tradiciones varían, pero es común disfrazarse de muerto, espíritu o zombi. También es habitual realizar fiestas temáticas en discotecas o pequeños actos culturales, según la zona. Lo que sí es común es que, esa noche, se trata la muerte de una manera desenfadada.
Conclusión
La noche de los muertos, como puedes ver, es una fiesta que reúne varias influencias y que hoy se ha convertido en una celebración global. ¿Te ha interesado la información? Si es así, no dejes de entrar en el portal porque lo actualizamos constantemente con información de interés.