Todos nosotros tenemos un ángel de la guarda | ¿Cómo podemos cuidarlo?

El ángel de la guarda es un espíritu que siempre está con nosotros, en los momentos buenos y en los malos. ¿Cómo hay que cuidarlo? Aquí se dan algunas claves.

Quién es y cómo cuidar al ángel de la guarda

Esta figura iconográfica está representada en distintas tradiciones religiosas y espirituales. Es un lugar común en el Antiguo y el Nuevo Testamento, pero también en otras religiones como el zoroastrismo. En cualquier caso, hay que señalar que se confunde con la conciencia. Lo cierto es que hay diferencias según la interpretación teológica, pero de todas formas siempre hay que referirse a seres alados y asexuados.

Muchas personas ponen nombre a su ángel porque así lo consideran. Hay que decir que esa vibración es personal e intransferible. Si tú sientes que tu ángel se llama de una manera, es que es así. Otro aspecto importante a destacar es que algunas tradiciones espirituales nombran a estas figuras guías; es indiferente porque realizan la misma función. Hoy la religiosidad es diversa y conviene conocerla bien porque tiene algunos elementos comunes. El conocimiento te dará poder y una mejora de tu día a día.

El objetivo final de los ángeles de la guarda es avisarnos de las situaciones para que hagamos lo correcto. Es indudable que la persona dispone del libre albedrío para actuar como considere. Sin embargo, no es menos cierto que, si nos hacemos preguntas, todos hemos sentido esa voz interior. En definitiva, esa es la clave para obrar bien y, por lo tanto, ser más felices. Muchas veces, las personas olvidan que pueden hacer mucho por cuidar a su ángel.

Cómo cuidar de tu ángel

Lo más importante a señalar es que hay dos cosas que puedes hacer para cuidar a tu ángel de la guarda. La primera, y más importante, es escucharlo porque esto te permitirá conocer mejor las situaciones. En segundo lugar, y aunque es de perogrullo, deberías hacer caso de lo que te diga. Las personas que escuchan a esa voz, que para otros es la conciencia, suelen ser más felices. Este es el paso básico porque un ángel, si no se siente escuchado, se retirará; no es que te abandone, sino que simplemente no interrumpirá tu libertad de decisión.

Es un tópico, pero es rotundamente cierto: los ángeles están presentes si tú dejas que estén. Esto significa que hay que acordarse de ellos y, por qué no, darles las gracias por estar. Estos sencillos gestos servirán, a medio plazo, para que te sientas mejor contigo mismo y con tu entorno.

Conclusión

La figura del ángel de la guarda es un lugar común en la mitología clásica. Lo cierto es que, si los escuchas y los cuidas, te pueden ayudar. No es necesario tener un gran conocimiento sino, sobre todo, capacidad de sentir. Lo más importante es que todo el caudal espiritual que tienes funcione para que seas un mejor ser humano. No dejes de entrar en el portal para conocer más noticias sobre espiritualidad, astrología y misterio.