El objetivo es el de interpretar aquello más probable para tomar decisiones, y muchas videntes buenas consciente o inconscientemente consiguen desentrañar dicha información para que la persona que consulta pueda valorar aquello que a veces “no se ve” y que forma parte del abanico de situaciones que pueden darse en la vida del cliente.
Si bien es cierto que el tarot está asociado a la predicción del futuro, lo cierto es que tiene un gran interés para el análisis del presente. Hay que recordar que uno de los padres de la psicología moderna, Carl Gustav Jung, escribió tratados acerca del significado de los arcanos mayores en relación con el inconsciente colectivo.
El uso del tarot, más allá de lo que indica la convención, tiene una dimensión introspectiva. Conocerse mejor es una premisa necesaria para poder tomar buenas decisiones. La mayoría de las personas desdeñan esta vertiente, pero lo cierto es que los puntos ciegos existen y tener una visión externa y neutral ayudará. Las videntes sin gabinete buenas podrán aconsejar utilizando esta herramienta en el caso de que estén familiarizadas con ella.
La mayoría de las barajas constan de 78 cartas, 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores. Las videntes buenas no tienen por qué ser tarotistas, pero sí es habitual que utilicen el oráculo como apoyo. Por lo tanto, lo más habitual es ver que una profesional de la videncia echa la cartas, lo que no significa que no pueda ser una buena vidente sin gabinete si no es tarotista, del mismo modo que no todas las buenas tarotistass o personas que emplean esta herramienta tienen por qué ser buenas videntes sin gabinete.
Historia del tarot
Hay una cierta polémica alrededor de los orígenes del tarot, en función de cuál es la tradición que se sigue. Hay que señalar que los orígenes no influyen en el trabajo que harán las videntes buenas. La tradición esotérica, que inició en su día Court de Gebellin (finales del siglo XVIII), indica que el origen del tarot estaría en el Antiguo Egipto. Para ello, se estudió una equivalencia entre los arcanos mayores y determinados jeroglíficos de la época.
Por otra parte, la tradición de raíz anglosajona defiende una cronología mucho más reciente. Arthur Waite, cocreador de la baraja que lleva su nombre, indicó que el origen del tarot no sería en ningún caso anterior al siglo XIV. Esta teoría situaría el origen del tarot en Europa continental, concretamente en el Mediterráneo Occidental.
Existen otras teorías sobre el origen del tarot. Una de ellas ubicaría la confección de la primera baraja de tarot en Fez (Marruecos), durante la Antigüedad. La segunda estaría relacionada con un origen gitano. Finalmente, hay quien hablaría de un origen chino o árabe.
Lo que sí es cierto es que los primeros juegos de cartas de tarot que se conservan datan del siglo XV. Hemos de destacar barajas como el Tarocchino de Bolonia o la Visconti-Sforza. Aunque con variaciones, la mayor parte de los arcanos mayores y menores ya estaban en estos juegos de cartas. La mayoría de los vestigios antiguos están en el norte de Italia.
La baraja de tarot más utilizada es la de Marsella, cuyo origen se remonta a finales del siglo XVII. Este mazo lo elaboró la familia Camoin y, hasta la fecha, sigue siendo la preferida. Otro de los mazos comunes es el Rider Waite, de principios del siglo XX. Hoy hay multitud de barajas y se puede afirmar que el tarot se renueva día a día. En general, las videntes buenas, en el caso de que también sean tarotistass, pueden llegar a trabajar con toda clase de barajas.
Los significados de las cartas del tarot
El tarot tiene multitud de significados y las videntes buenas consideran distintos factores. En primer lugar, que el significado de una tirada depende del contexto. Por otra parte, que la realidad evoluciona y el consultante es el principal protagonista de su vida.
La mayoría de las barajas de tarot tienen 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores. Los arcanos mayores tienen un significado arquetípico y representan distintas situaciones vitales en las que se encuentra una persona.
En cambio, los arcanos menores dan detalles específicos y representan cada elemento. Las copas representan agua, las espadas aire, los bastos fuego y los oros la tierra. Aunque no ofrecen el mismo nivel de detalle que los arcanos mayores, sí son un complemento importante.
Las cartas tienen significados positivos y negativos, pero es conveniente recordar que esto no es absoluto. La carta más oscura tiene una parte luminosa y viceversa. Por lo tanto, las videntes buenas, que utilicen el tarot como herramienta, tienen la misión de interpretarlas correctamente.
El significado de los arcanos mayores tiene una importancia que va más allá de lo predictivo. Es conveniente conocer qué valores representa cada carta porque hay un mensaje evolutivo. Eso sí, en función de la baraja, la numeración o el orden cambia.
El Loco
Esta es la carta comodín porque representa una energía poco convencional. La clave está en que, en un sentido evolutivo, esta es la opción para romper los círculos viciosos. Si bien esta carta suele ser poco comprendida, sí puede servir para mejorar.
El punto excéntrico es necesario en ocasiones para superar la zona de confort. Este es el motivo por el que en barajas como la Rider Waite este arcano es el cero, aunque este factor para las videntes buenas que están familiarizadas con el tarot, puede llegar a ser irrelevante.
El Mago
El Mago representa la energía creadora por excelencia, dado que evoca la capacidad de combinar los cuatro elementos. Hay algunas barajas de tarot que denominan a esta carta El Prestidigitador. Las videntes buenas que también son tarotistass, tienen en cuenta esta potencialidad para aconsejar a sus clientes sobre la posibilidad de lograr los objetivos que se han marcado.
Así pues, en el tarot, el personaje que representa El Mago es potencialidad pura pero como es evidente, el trabajo de una buena vidente sin gabinete y tarotista, consiste en aconsejar sobre las posibilidades de desarrollarla.
La Suma Sacerdotisa
Las videntes sin gabinete buenas que son también tarotistass, saben que la Suma Sacerdotisa tiene una dimensión eminentemente femenina. Este arcano representa el consejo o aprendizaje que hay que realizar para alcanzar una meta. No en vano, el progreso personal tiene un aspecto de aprendizaje indudable.
La energía de este arcano es más bien pasiva, pero igualmente importante porque, sin conocimiento, es imposible avanzar.
La Emperatriz
Este es el arcano de la fertilidad, representado a través de una mujer en edad de tener hijos. El objeto es representar una energía que, históricamente, ha estado representada en figuras femeninas, como la diosa griega Deméter o la romana Ceres.
Hay que entender la fertilidad, no solo como un fenómeno biológico, sino como la posibilidad de crear en general.
El Emperador
La energía del emperador está representada por el mando y la experiencia, en ocasiones un tanto rígida. Es bueno recordar que esta carta representa una plasmación y/o un rol de dirección. Las videntes buenas que son también tarotistass saben distinguir cuándo este rol es profesional, conyugal o paterno.
El Sumo Sacerdote
El Sumo Sacerdote representa una energía de sabiduría que se transmite a otras personas. Hay que señalar que, en algunos tarots, a esta figura también se la conoce como "El Papa".
Una de las diferencias importantes entre La Suma Sacerdotisa y el Sumo Sacerdote es que este representa una energía proselitista.
Los Enamorados
Para las tarotistas, la carta de Los Enamorados habla de la necesidad de optar entre dos posibilidades. Conviene conocer el contexto para que la toma de decisiones que se plantea el cliente sea la que más se ajusta a los intereses de la persona. Es importante señalar que, en algunos tarots, esta carta se denomina "El Enamorado".
Las videntes buenas y de confianza que son también tarotistas, saben que raramente este arcano se refiere al amor. Ahora bien, si se pregunta sobre este tema, el contexto sobre el que la vidente sin gabinete tiene que situar la elección, guardaría relación con el ámbito amoroso.
El Carro
La energía de este arcano es, básicamente, de acción e inicio. En este momento, se inicia un proyecto que se ha ideado y direccionado de forma plenamente consciente.
El Carro es una energía proyectada que representa un cambio y que, en ningún caso, es aleatoria, así que las videntes buenas que utilizan el tarot como herramienta lo podrán indicar.
La Fuerza
Cuando se habla de Fuerza, hay que recordar que es un concepto eminentemente evolutivo. La carta representa el progreso que una persona puede hacer controlando su energía para lograr lo que desea.
El dominio de la bestia interior es la manera de mantenerse en buen estado por dentro para proyectarse bien hacia afuera.
El Ermitaño
Una carta de reposo no tiene por qué ser mala, más allá de lo que aparente. El Ermitaño habla de reflexión y de detenerse a pensar para afrontar nuevos proyectos con garantías de éxito. Las videntes buenas interpretan este arcano sin dramatismo porque son conscientes del mensaje de progreso.
Si bien un ermitaño es una persona tranquila, la reflexión íntima y profunda es fundamental para tomar impulso.
La Rueda de la Fortuna
El azar no existe, aunque pueda parecerlo y La Rueda de la Fortuna denota esta situación. Este arcano representa un cambio aparentemente inconsciente, aunque sí se ha puesto una energía previa. Eso sí, es necesario sostener la situación para que tenga una proyección de futuro.
Esta es la segunda carta de cambio y para las tarotistas significa una variación aleatoria, puesto que hay una conjunción de elementos adecuada.
La Justicia
Este es uno de los pocos arcanos que puede querer decir lo que parece a simple vista. La Justicia representa el equilibrio, la ecuanimidad, pero también se puede referir a cuestiones legales. Las videntes buenas que utilizan el tarot son conscientes de que este arcano representa una energía de equilibrio.
Algunas barajas de tarot intercambian el orden de este arcano con la Fuerza por motivos cabalísticos. De cualquier manera, el significado no variaría.
El Colgado
Esta es la carta de sacrificio por excelencia, porque supone una etapa dura que se ha pasado o que hay que pasar. Hay que señalar que, según el caso, el significado será uno u otro.
Las personas que consultan el tarot han de recordar que el sacrificio es una pauta para crecer personalmente.
La Muerte
El arcano de La Muerte es el más temido por la gente, pero casi nunca tiene que ver con la muerte física. Esta carta transmite el mensaje de cambio, regeneración y evolución personal. La idea es clara, que desaparezca lo viejo para que crezca lo nuevo. Una buena vidente sin gabinete que sea también tarotista, debería no catastrofizar ante su aparición y guiar a su cliente en el proceso.
El cambio que representa La Muerte suele ser esperado, de ahí que se tome con filosofía. Ahora bien, dependerá de la actitud de la persona el que sea positivo o negativo.
La Templanza
El equilibrio es una condición sine qua non para sostener avances y consolidarlos a medio y largo plazo. La Templanza implica ese estado necesario de cada persona para poder alcanzar la meta proyectada.
El elemento que trasciende en esta carta es el control de las emociones. No en vano, una persona que quiere llegar a donde se lo proponga ha de tener los pies sobre la tierra.
El Diablo
Esta es una de las cartas más complicadas de manejar porque tiene varias caras. Puede representar engaños y apegos enfermizos a vicios o personas, pero también relaciones apasionadas. En cualquier caso, es una energía con la que hay que saber lidiar cuando se presenta y que las videntes buenas que también son tarotistass pueden interpretar.
Este es uno de los arcanos que tiene una dualidad más marcada y variable, de manera que conviene que la tarotista sepa contextualizar el motivo de consulta para una correcta interpretación.
La Torre
Las energías de cambio pueden ser esperadas o previsibles, pero en ocasiones no lo son. La Torre habla de un cambio radical, súbito y muchas veces, no deseado. El mensaje que se transmite al consultante es la necesidad de anticiparse para no pasar por este tipo de situaciones.
La inseguridad que transmite La Torre hay que entenderla como una advertencia para evitar un problema. No en vano, los datos pueden ahorrar muchos problemas y las videntes sin gabinete buenas avisarán.
La Estrella
Hay que señalar que la ilusión es fundamental para alcanzar un objetivo o ser constante. El arcano de La Estrella habla de esa imagen previa que uno proyecta para iniciar un proyecto y poner la energía necesaria. Las videntes buenas que son también tarotistas saben cuán importante es la ilusión que hay detrás de esta carta. No hay que engañarse, porque sin una energía estable es imposible sostener un esfuerzo durante mucho tiempo.
La Luna
Los arcanos del tarot también pueden indicar si una situación es turbia y las videntes buenas que utilizan el tarot lo pueden indicar. La carta de La Luna hablará de aquellos peligros o cuestiones que conviene evitar y, en cualquier caso, cumple la función de advertencia. Cuando hay algo oscuro o desconocido, quizás sea bueno pensarlo dos veces.
El Sol
La carta del Sol es, probablemente, una de las más positivas del tarot. Este arcano representa el triunfo y la consecución de un objetivo y, por qué no decirlo, la alegría que genera. En algunos casos, representa el nacimiento o la llegada de algo que se estaba esperando.
Es conveniente recordar que la energía de celebración también es importante y esto es lo que transmite el Sol.
El Juicio Universal
La carta del Juicio Universal representa el reconocimiento social o proyección que obtiene una persona. También es un arcano que puede estar relacionado con la espiritualidad o el más allá. Las videntes buenas que son también tarotistas saben distinguir cada tipo de caso y adaptarlo al contexto.
El análisis evolutivo del Juicio es el de ser reconocido después de haber logrado algo. Si está bien aspectada, esta carta hablará de notoriedad.
El Mundo
La carta del Mundo representa la consecución de un ciclo y el dominio pleno de las energías. Evidentemente, también representa el éxito. Llegados a este punto, la persona si lo desea puede afrontar nuevos desafíos.
En cualquier caso, sí hay que indicar que esta carta habla de triunfo y de resultados satisfactorios.